Ruta 3. Presa de Cuevas Blancas - Rincón de Tenteniguada por el barranco de La Pasadera, Rutas del Tajinaste Azul
Punto de Inicio:
Presa de Cuevas Blancas Altitud: 1665 m
Punto de Llegada:
Rincón de Tenteniguada Altitud: 972 m
Longitud Total: 3420 m
Tiempo de Recorrido: 2h. 15’
Orientación de la ruta: SO-NE
Desnivel neto: 692 m
Dificultad: Media-baja
Esta ruta discurre en su mayor parte por la Reserva Natural Especial de Los Marteles, con un alto valor paisajístico y científico desde el punto de vista geológico-geomorfológico y biológico.
Comienza al pie de la carretera GC-130 de Telde a Los Pechos, en el punto: P0 Inicio (Presa de Cuevas Blancas). Transcurre por una pequeña pista de tierra abandonada, a una altura de 1665 m.
Pasa por un entorno de pinar de repoblación, frente de la presa de Cuevas Blancas por un suelo de coladas de lavas de fonolitas haüyníticas, ocupadas por una comunidad de retamar-codesar.
Unos 250 m más adelante del comienzo del sendero, punto: P1 Comienzo del sendero, seguimos entre el retamar-codesar, donde hay intercalados alhelís de monte (Erysimum bicolor) endemismo macaronésico, salvia blanca (Sideritis dasygnaphala), endemismo de Gran Canaria, sobre coladas de lavas fonolitas haüyníticas
Recorremos unos 380 m hasta la parte alta del Roque del Pino, en el punto: P2 Roque del Pino, donde el dominio de los codesos (Adenocarpus foliolosus), endemismo canario, y retamas amarillas (Teline microphylla) protagoniza el paisaje.
Surcando los cielos podemos observar el vuelo del cuervo, subespecie endémica canaria (Corvus corax canariensis), ave cada vez más amenazada y muy útil por su hábito carroñero.
Continuamos el camino girando a la derecha tomando la cabecera del barrando de La Pasadera. A partir de este punto comenzamos a descender con una pendiente pronunciada a través de un paisaje muy espectacular formado por coladas basálticas pliocénicas, fragmentadas por la inyección de chimeneas de fonolitas haüyníticas que salen al descubierto por la erosión litodiferencial. Son conocidas con el nombre de roques, a la derecha el Roque Grande.
Gran número de especies vegetales ocupan estas coladas, entre las que se aprecia el amarillo de las retamas y codesos, el azul de los tajinastes (Echium callithyrsum), endemismo grancanario con gran representación en la zona. Junto a estas especies podemos disfrutar de otros endemismos de Canarias como la salvia (Salvia canariensis), la cañaheja (Ferula linkii) o la cerraja (Sonchus acaulis).
Según continuamos, nos vamos a encontrar con especies rupícolas en las zonas más escarpadas y rocosas. Veremos en los roquedos especies crasas muy representativas conocidas como bejeques; como son Aeonium ondulatum, Aeonium simsii, Aeonium percarneum que son endémicos de Gran Canaria, o el caso de Aeonium spathulatum, endémico de Canarias. También aparecen comunidades de Greenovia aurea, que desafían a la gravedad y en los rincones más húmedos Aichyrson laxum, estas dos últimas especies endémicas del archipiélago.
Seguimos avanzando unos 700 m, hasta llegar a un elemento etnográfico: una cueva alpendre, que nos recuerda el uso de esta ruta por la trashumancia tradicional del ganado . Junto a este alpendre, unos metros más adelante nos encontramos con una era, al lado de un pino, que es un auténtico mirador natural puesto que podemos observar una panorámica espectacular de Valsequillo cortada verticalmente solo por el majestuoso Roque Grande a nuestra derecha, punto: P3 Era-mirador.
Según sobrepasamos la zona del mirador, alcanzamos la base del Roque Grande, admirándolo desde una de sus perspectivas visuales más atractivas.
A medida que vamos bajando, pasados unos 430 m, cruzamos el barranco hacia la cara Norte en el punto: P 4 Cruce del barranco. Rápidamente apreciamos como el ambiente torna a una mayor humedad, ya que la geomorfología del barranco de la Pasadera atrapa la niebla que transportan los alisios. Este fenómeno propicia la presencia de especies como el escobón (Chamaecytisus proliferus), el ortigón (Urtica morifolia), el bicácaro (Canarina canariensis) o la tacarontilla (Dracunculus canariensis), endemismos de las Islas Canarias.
En las cotas más bajas del sendero, los tajinastes azules nos hacen sombra, acompañados de escobones y tabaibas (Euphorbia regis-jubae), que alcanzan dimensiones considerables en esta zona. Junta a ellos, van apareciendo cada vez más árboles frutales como castañeros (Castanea sativa), almendreros (Prunus amygdalus), nogales (Juglans regia) u otros como guinderos (Prunus ceraus). Esta vegetación atrae la presencia de gran número de especies de aves tales como el petirrojo (Erithacus rubecula), la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), el herrerillo (Parus caeruleus teneriffae) o el canario (Serinus canaria).
Continuamos 480 m por el cauce del barranco hasta que llegamos al final del sendero donde comienza una carretera de tierra, punto: P5 Carretera, donde unos metros más abajo nos encontraremos con una galería de agua aún en uso.
A partir de esto punto seguimos bajando unos 330 m, por una zona rodeada de parcelas agrícolas de diverso tipo, hasta llegar a la carretera asfaltada, al lado de un castañero, en el punto: P6 el Castañero. Aquí aparecen ya las primeras casas. Desde aquí continuaremos por el lado derecho de la carretera para unos metros más adelante girar a la izquierda en dirección NE
Bajando por esta carretera 250 m nos encontraremos una quesería artesanal, punto: P7 Quesería, apreciándose más abajo el ganado de la zona del que se obtiene la materia prima para la elaboración de estos quesos.
Continuamos el camino descendente hasta que tomamos una carretera hacia la izquierda por donde nos desviamos para recorrer unos 600 m para llegar hasta el punto: P8 Fin en la plaza del Rincón de Tenteniguada, junto a la cual podemos disfrutar de la degustación de comida casera en el medio rural.
Ruta 4. Presa de Cuevas Blancas - Rincón de Tenteniguada por el Roque Jincao, Rutas del Tajinaste Azul
Punto de Inicio: Presa de Cuevas Blancas Altitud: 1665 m
Punto de Llegada: Rincón de Tenteniguada Altitud: 971 m
Longitud Total: 5150 m
Tiempo de Recorrido: 2h. 30’
Orientación de la ruta: SO-NE
Desnivel neto: 694 m
Dificultad: Media
El interés paisajístico de esta ruta viene determinado porque transcurre por zonas de alto valor natural incluidas en la Reserva Natural de los Marteles y los aledaños del Paisaje Protegido de las Cumbres.
La ruta comienza en una zona de ambiente húmedo de cumbre al pie de la carretera GC-130 de Telde – Los Pechos en el punto: P0 Inicio Presa de Cuevas Blancas; el camino a la altura de la presa discurre por lavas de tipo fonolíticas haüynicas. Sobre ellas está sentado un pinar de repoblación denso, que dejamos a nuestra izquierda, mientras a la derecha el retamar de cumbre (Micromerio benthami – Telinetum microphyllae), formación endémica de las cumbres de la isla, cuyas especies más representativas son la retama amarilla (Teline microphylla) endemismo canario y el tomillo (Micromeria benthamii), a las que acompañan, entre otras, la estornudera (Andryala pinnatifida pinnatifida) o el codeso (Adenocarpus foliolosus). Entre la avifauna, es relativamente sencillo observar el vencejo unicolor (Apus unicolor). Finalizamos este tramo con un pequeño conjunto de cuevas, junto a una vivienda de valor etnográfico, para ascender por una carretera de cemento entre parcelas de cultivo.
Trascurridos 970 metros, nos hallamos al pie de la montaña de la Cruz del Saucillo, punto: P1 Cruz del Saucillo. Tenemos aquí la posibilidad de realizar un pequeño desvío, para rodear la montaña hasta su cima, donde desde la Cruz del Navegante tenemos una panorámica excepcional.
De vuelta a la ruta, o sin abandonarla, una pista forestal nos encamina hacia Montaña Gorda, rodeada por un pinar de repoblación de pino canario (Pinus canariensis), cuyo sotobosque está compuesto de helechos (Dryopteris oligodonta), endemismo insular, y otras especies como la cañaheja (Ferula linkii). Este pinar es un excelente hábitat para aves forestales, como el pico picapino (Dendrocopos major thanneri) y el pinzón vulgar (Fringilla coelebs canariensis), subespecies endémicas de Gran Canaria que son características en zonas de pinar mixto como esta.
A nuestra derecha aparece el retamar-codesar, asociación cuyas especies dominantes son la retama amarilla (Teline microphylla) y el codeso (Adenocarpus foliosus), endemismo canario; también podemos encontrar especies como la salvia blanca (Sideritis dasygnaphala), otro endemismo insular.
Poco antes de abandonar el pinar más denso, tras recorrer unos 960 m, nos encontramos con un sendero que lleva a la base del Roque Saucillo, punto: P2 Sendero al Roque Saucillo.
Se trata de un pitón volcánico del Plioceno, exhumado por erosión litodiferencial. Cruz del Saucillo y roque Saucillo son dos formaciones diferentes, separadas por una distancia de casi un km. Antes de proseguir con la ruta podemos llegar la base del roque recorriendo unos 190 m.
Los paisajes del cuadrante noreste de la isla nos rodean, mientras nos acompaña la flora rupícola y podemos apreciar la presencia de numerosas aves. Continuamos nuestra ruta por la pista forestal que ha abandonado el pinar para adentrarse en el dominio del retamar codesal en un típico ambiente húmedo de la medianía, para finalizar el tramo en un espacio transformado para el uso agrícola tradicional, donde la arboleda es mayoritariamente de frutales como guinderos, nogales y castañeros, junto a viviendas tradicionales.
Tras recorrer unos 1030 m, antes de la degollada de La Capellanía, llegamos al punto: P3 Sendero al Rincón. Al pie de un castañero, aparece un sendero de acentuada pendiente en el margen derecho de la pista que tomamos mientras atravesamos un denso retamar-codesar. Encontramos un estanque-cueva, en la bajada hacia la cabecera del barranco de Tenteniguada, donde admiramos un paisaje geomorfológico espectacular con brechas volcánicas del Ciclo Roque Nublo.
La humedad nos trae nuevas especies vegetales, los tajinastes azules (Echium callytirsum) y la tacarontilla (Dracunculus canariensis) especies endémicas.
Tras cruzar la cabecera del barranco, el descenso continúa por un pinar abierto mientras vemos Valsequillo a nuestros pies. Aparecemos ahora, tras recorrer unos 780 metros, en la base del Roque Jincao, una caprichosa forma de la naturaleza rodeada por espectaculares panorámicas, punto: P4 Roque Jincao. Abarcamos una amplia perspectiva de la cabecera del barranco y la caldera erosiva de Tenteniguada.
No sin cierta dificultad por el ambiente húmedo que hace resbaladiza la pendiente, descendemos en dirección NE por un espacio de alto valor botánico. Reside en este ambiente húmedo un pequeño relicto de laurisilva con especies que gozan de la máxima protección, como la bella de risco (Scrophularia callianta), endemismo canaria, el laurel (Laurus azorica), endemismo macaronesico, la hiedra canaria (Hedera canariensis), el poleo de monte (Bystropogon canariensis), el bicácaro (Canarina canariensis), ambos endemismos canarios. También podemos encontrar la malfurada o mejorada (Hipericum grandifolium) y su pariente de género la cruzadilla (Hipericum reflexum). Las aves también son frecuentes en este ambiente.
La bajada termina unos 200 metros después en el punto: P5 Mina de agua. Se trata de una mina de agua que forma un estanque cueva colonizado por un helecho conocido como culantrillo (Adiantum capillus-veneris) (Foto F4).
Rodeamos en dirección suroeste hacia el barranco de Coruña. Aquí abundan especies rupícolas como los bejeques, Aeonium percarneum y el Aeonium undulatum. Según nos aproximamos al cauce del barranco, las terrazas de cultivo aumentan su protagonismo en el paisaje, mientras continuamos bajando unos 660 m hasta encontrar una carretera de tierra, es el punto: P6 fin del sendero al Rincón de Tenteniguada.
Desde ahí, recorremos unos 550 metros, primero por la pista del barranco de La Coruña, donde los tajinastes azules alternan con las huertas de cultivo, para salir del barranco hacia un tramo asfaltado, para llegar al punto: P 7 Fin Rincón de Tenteniguada.
Ruta 6. Valsequillo - Las Vegas
Punto de Inicio: Valsequillo Altitud: 550 m
Punto de Llegada: Las Vegas Altitud: 612 m
Longitud Total: 1890 m
Tiempo de Recorrido: 50 minutos
Orientación de la ruta: NE-SO
Desnivel máximo: 141 m
Dificultad: Baja
Este es un camino que antiguamente comunicaba dos vegas agrícolas tradicionales, que están surcadas por los barrancos de San Miguel y Los Mocanes. Este eje de comunicación está asentado sobre materiales procedentes del desmantelamiento de la caldera erosiva de Tenteniguada. La ruta tiene una longitud de 1865 metros, con orientación NE-SO, que puede realizarse en unos 50 minutos.
Iniciamos la ruta por un corto tramo de asfalto de 130 metros, que comienza frente al Calvario, PO Inicio Valsequillo. Continuamos en sentido descendente con dirección E para encontrar el comienzo del sendero una vez atravesamos el núcleo de Chinchemy, donde observaremos los cultivos de las reconocidas fresas de Valsequillo.
El sendero comienza a la derecha de un gran estanque en el punto: P1 Estanque. El camino baja la ladera del barranco de San Miguel, por donde pasamos junto a una cueva cerrada, donde abundan las especies rupícolas con especies endémicas de Canarias como la lavanda (Lavandula canariensis), la salvia canaria (Salvia canariensis), el mato de risco (Allagopappus dichotomus) y el bejeque (Aeonium percarneum), acompañadas por otras especies como escobones, retamas o verodes.
El sendero desciende por espacio de 310 metros con múltiples curvas para situarnos en al cauce del barranco de San Miguel. Aquí nos encontramos una albarrada construida para retener el agua que baja por el cauce de manera y provocar la infiltración para mejorar el nivel freático, punto: P2 Albarrada.
En este punto, hay una interesante alternativa para acercarnos a un conjunto arqueológico de enorme interés. Tomando por el este, atravesamos cultivos y pastizales, para que una suave pendiente nos conduzca hacia El Roque. Esta es una fortaleza rocosa que encontramos a 900 m de distancia del P2, donde hallamos un poblado troglodita prehispánico. En la zona se encuentran numerosas cuevas por toda la ladera norte del barranco, de hecho el propio barrio de Los Llanetes ha nacido de la reutilización de las cuevas aborígenes, bien como viviendas o alpendres.
De vuelta al camino principal en dirección a Las Vegas, o directamente si no cogimos el tramo opcional, continuamos subiendo por el cauce.
La vegetación refleja ahora la humedad del ambiente, y alternan varias especies como el tajinaste blanco (Echium decaisnei), el tajinaste azul (Echium callithyrsum) endémicas de Gran Canaria, la venenilla (Bryonia verrucosa), flor de mayo (Pericallis webbii), verodes (Kleinia nerifolia), la tabaiba (Euphorbia regis-jubae) y la vinagrera (Rumex lunaria), endémicas de Canarias.
Si seguimos avanzando, a unos 440 metros nos encontramos al margen derecho el punto: P3 Molino de los Vizcaínos, que se encuentra en el cauce del barranco, y nos muestra como han variado los usos productivos, una vez que su uso para la molienda del cereal ha desaparecido y queda como testimonio de los antiguos usos cerealistas.
En ese proceso de transformación de usos, muchos de los antiguos caminos rurales si no desaparecieron casi se borraron, y así el sendero que tomamos ahora para subir la margen izquierda ha sido rescatado para el senderismo tras perder su vieja funcionalidad. Subimos 360 metros cuesta arriba, hasta el punto: P4 Llanos de Cuba, donde divisaremos tierras de cultivo con el pozo de Los Llanos de Cuba al final del sendero.
En este lugar podemos disfrutar de un paisaje de edificaciones de valor etnográfico, encajadas entre los espacios de cultivo. Aquí no es muy difícil encontramos especies de vertebrados endémicos de la isla muy importantes, como es el caso del lagarto canarión o de la lisa de Gran Canaria que cuenta con dos subespecies, así como algunos pájaros como el mosquitero canario (Phylloscopus collybita canariensis), exclusivo de las islas o el herrerillo (Parus caeruleus teneriffae), subespecie endémica presente en Gran Canaria de las cuatro que existen en Canarias.
Recorridos unos 240 m por el sendero delimitado por un muro de piedra, al lado de los cultivos, llegamos al punto: P5 Pista de asfalto.
Los cultivos van dejando paso a las casas y tras recorrer 180 m más llegamos al punto: P6 Colegio de Las Vegas, aquí giramos a la derecha para subir una cuesta con cierta pendiente y nos encontraremos a 230 m con el fin de la ruta en el punto: P7 Fin Las Vegas, al pie de la carretera principal GC- 41 Telde-San Mateo. Estamos en un barrio donde la gastronomía local de calidad nos ayudará a reponer fuerzas y en el que los artesanos ofrecen productos herederos de nuestras tradiciones.
Tramo inicial alternativo
La salída en lugar que desde Chinchemy puede realizarse desde la calle La Silla, para bajar hasta llegar al cruce de caminos del punto P3 frente al molino de los Vizcaínos.
Esta opción presenta el aliciente de las vistas sobre el tramo superior del barranco de San Miguel y de las numerosas casas cuevas que salpican esta zona de la ladera, y también nos permite llegar más cerca del molino. Este recorrido para llegar al punto 3 es considerablemente más corto, unos 410 m contra 880, por lo cual el recorrido total se reduce a 1420 en total contra 1890. También podemos utilizarlo como parte final del camino de vuelta a Valsequillo desde Las Vegas. En este caso el recorrido de ida y vuelta sumará 3060 m.
Ruta 5. Tenteniguada - Valsequillo
Punto de Inicio:
Tenteniguada Altitud: 801 m
Punto de Llegada:
Valsequillo Altitud: 564 m
Longitud Total: 3040 m
Tiempo de Recorrido: 50-60 minutos
Orientación de la ruta: O-E
Desnivel neto: 237 m
Dificultad: Baja
Este camino ha tenido una enorme importancia cultural y etnográfica, ya que históricamente ha sido la vía de comunicación entre los dos núcleos principales del municipio. Lo podemos observar a poco que nos fijemos en el empedrado del sendero en su descenso al cauce del barranco del Tenteniguada, un excelente trabajo de los pedreros, que además está muy bien conservado. La población local denominaba este camino con dos nombres que nos remiten a tiempos pasados: “Camino de las Casas” o “Camino de los Médicos”.
Salimos desde el punto: P0 Inicio por un tramo que transcurre por una pista asfaltada, que atraviesa el núcleo poblacional de Tenteniguada. Tras recorrer 250 m, la primera parada es la iglesia de San Juan Bautista y la plaza que lleva el mismo nombre, punto: P1 Plaza de San Juan. Aquí tiene lugar la fiesta patronal el 24 de junio. El templo es reciente, de comienzos del siglo XX: la consagró el obispo Marquina en 1917 coincidiendo con las fiestas de San Juan de ese año. Lo más interesante de la Iglesia es una pieza de imagenería de escuela castellana del siglo XVI conocida como “San Juan el Chico” que representa al Bautista de niño.
Abandonamos la población, y tras recorrer 260 m, oteamos desde una zona de cultivos el Barranco de Tenteniguada, punto: P2 Palmeral de Tenteniguada, con el fondo escénico de la Caldera erosiva de Tenteniguada. Este Palmeral de Phoenix Canariensis (Palmera canaria) es una prueba del ambiente termófilo de la zona, con una curiosa mezcla de especies acompañantes como los acebuches (Olea europea cerasiformis); pero también con una gran presencia de almendros (Prunus amygdalus) que colorean el paisaje en febrero con su floración.
En la parte final de este tramo, recorridos 530 m más, nos encontramos varios caseríos donde destacan edificaciones de valor etnográfico. Esta zona es conocida como el Lindón, cerca de las Casillas, punto: P3 Caserío del Lindón.
Tras proseguir 290 m de recorrido por el camino asfaltado, conectamos a la derecha con el sendero que nos va trasladar al cauce del barranco del Teneteniguada, punto: P4 Sendero, que nos lleva hacía el cauce del barranco de Tenteniguada. Arrancamos este tramo con el panorama de gran parte de las formaciones geológicas de Valsequillo como el pitón monolítico de la montaña de El Helechal, de finales del Ciclo del Roque Nublo, donde se cree que existió un santuario aborigen o almogarén, y junto a éste un cono volcánico mucho más reciente denominado Caldereta.
El camino avanza lindando con al borde del barranco, mientras observamos especies vegetales endémicas como el espárrago llorón (Asparagus plocamoides) o la avifauna local con especies como el ratonero común o aguililla (Buteo buteo insularum) y gran cantidad de invertebrados.
Podemos observar además algunas colmenas de abejas (que dan su nombre al siguiente núcleo poblacional).
El sendero se torna bajada para alcanzar, tras unos 800 m de recorrido, el punto: P5 Cauce del Barranco, cerca de una tubería aérea de agua que cruza el barranco. La vegetación termófila ha dejado paso a especies que demandan un hábitat más húmedo.
Hay además una fuerte presencia de eucaliptos que proporcionan sombra al caminante; el eucalipto es un árbol polémico, de procedencia australiana, se introdujo justamente con el fin de dar sombra en las carreteras, y que se ha extendido por toda la geografía insular.
La ruta sigue unos 430 m por el cauce del barranco, dejando el barrio de Colmenar Alto a su derecha hasta pasar por debajo del puente de San Miguel, punto: P6 Puente de San Miguel. Es un puente en dos arcos hecho de piedra y cal con 13 m de altura, 7 de ancho y 34 de longitud.
Podemos desviarnos hacia la ladera derecha del barranco para observar el ingenio hidráulico conocido como molino de los Pérez (también llamado molino del puente de San Miguel, de Conchita o del Colmenar). El agua que daba vida al molino también servía a las lavanderas para lavar la ropa.
Seguimos por el cauce del Barranco de San Miguel donde podemos observar una diversidad biológica tanto en flora como en fauna con endemismos exclusivos de Gran Canaria.
Abandonamos el cauce del barranco para dirigirnos a la zona del Colmenar Bajo, donde nos fijaremos en construcciones de arquitectura rural de gran valor etnográfico. A unos 260 m del puente se encuentra uno de los lugares más importantes desde el punto de vista histórico de Valsequillo. Se trata del punto: P7 Cuartel El Colmenar.
La fábrica original del edificio está fechada en el siglo XVI (1530), y fue utilizado por un destacamento de caballería. El conjunto castrense está formado por una serie de dependencias que mantuvo su uso militar como residencia hasta principios del siglo XX. Además, en este acuartelamiento estuvo destinado como Comandante de Armas de Milicias el subteniente D. Antonio Pérez Gutiérrez, abuelo del escritor Benito Pérez Galdós. En la actualidad el Cuartel El Colmenar está declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad Autónoma de Canarias.
Desde este punto ascendemos por una carretera de cemento unos 130 m, observando en las paredes del barranco cuevas utilizadas para las labores ganaderas y agrícolas. Completamos el recorrido al llegar al punto: P8 Fin, Valsequillo, ya en la carretera general de Valsequillo a San Mateo y al casco histórico del pueblo.
Ruta 7. Valsequillo - San Roque por la Corona del Montañon
Punto de Inicio: Valsequillo Altitud: 580 m
Punto de Llegada: San Roque Altitud: 330 m
Longitud Total: 9140 m
Tiempo de Recorrido: 3h. 30’
Orientación de la ruta: SE-NO/O-E
Desnivel máximo: 621 m
Dificultad: Baja
Destacan en esta ruta los valores etnográficos relacionados con los usos agrícolas y ganaderos tradicionales. Además, el primer tramo forma parte de la peregrinación anual a Teror, para las fiestas de la patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino.
El arranque de la ruta está en un mirador en la calle el Sol, en el punto P0 Inicio Valsequillo. Desde aquí observamos el barranco de San Miguel, donde se encuentra el Cuartel del Colmenar, construido en 1530. Está declarado como Bien de Interés Cultural y se conservan edificaciones vinculadas a la vida castrense. Si miramos más arriba, nos llaman la atención el puente de San Miguel y el molino de los Pérez del siglo XVIII, la construcción de este tipo más antigua de Valsequillo. Por encima de estos elementos patrimoniales, el fondo panorámico es la semicuenca de Tenteniguada de gran valor paisajístico y natural.
Seguimos en dirección Oeste por la carretera asfaltada que sube al mirador del Helechal. La pendiente que es poco pronunciada bordea el barranco; vamos pasando a la izquierda de algunas casas, atravesamos un cruce mientras continuamos la misma orientación y a unos 250 m pasamos el punto: P1 Estanque de Caldereta.
Seguimos por el margen de la carretera, que gira en dirección Este, hasta ver a nuestra izquierda, tras recorrer unos 490 m, la entrada de un sendero en pendiente, punto: P2 Sendero de El Helechal.
El camino nos hace ascender a lo largo de unos 250 metros por la ladera sur de la Montaña del Helechal; queda a nuestra izquierda la Caldereta, ambos elementos geológicos muy importantes. Llegados a lo alto de la Montaña del Helechal, el mirador nos abre una panorámica sobre la práctica totalidad de Valsequillo. Esta montaña ha mantenido un significado religioso a lo largo del tiempo; en la época aborigen fue un Almogaren, lugar de culto de los antiguos canarios, el significado religioso ha pervivido con la erección de una cruz, la que vemos es la tercera desde la primera en los albores de la ocupación cristiana.
Antes de llegar al borde de la carretera observamos muestras de vegetación rupícola de interés entre las que destaca la jara blanca (Cistus monspeliensis), autóctona de Canarias.
Caminamos por la carretera asfaltada, mientras atravesamos El Helechal, donde apreciamos las huellas de la agricultura tradicional, como son algunos alpendres, estanques-cueva y diversas casas bien conservadas. Nos encontramos con una subida en dirección norte, que seguiremos, tras recorrer un total de 830 desde el P2, hasta el punto: P3 Sendero al Montañón.
Este sendero se utiliza todavía para ir a San Mateo y para peregrinar a Teror. La antigüedad del camino está a nuestros pies: un empedrado bien conservado nos testimonia su uso histórico. La vegetación rupícola aprovecha la humedad de la medianía para mostrarse.
En la cumbre de la montaña, ya a 860 metros de altura, estamos en un mirador natural, donde la vista sobrevuela Valsequillo para otear parte de San Mateo y Santa Brígida, en el punto: P4 Mirador natural.
La ruta nos lleva a bordear la cabecera del Barranco de San Roque donde nos encontramos una bifurcación por pista, hasta que nos topamos con otro cruce siguiendo en dirección NE. El paisaje nos muestra el acondicionamiento del medio para la agricultura y ganadería tradicional de medianías, que aún pervive en estos lugares, con bancales, barrancos encauzados, nacientes de agua, eras y cuevas-alpendre.
Una vez que pasamos la bifurcación seguimos la carretera de tierra hasta que nos encontramos con una curva cerrada a la derecha y un sendero. Desde ahí nos dirigimos a la zona conocida como Abejera Alta, tras recorrer más de 2300 m, el punto: P5 Abejera Alta.
La sabia mano de los campesinos marca un paisaje de enorme valor etnográfico, donde el medio está modelado en bancales para el cultivo- muchos abandonados- con paredes de piedra, alpendres, y obras hidráulicas como una mina de agua y el encauzamiento del barranco, que aprovechan perales e higueras para prosperar.
Este viejo camino de trashumancia nos acompaña unos 860 metros hasta la Abejera Alta, en el punto: P6 Mirador Abejera Alta. Un camino muy usado por los pastores nos conecta con el barrio de Los Lomitos de Correa. Si miramos al Sur, la vista sobre Valsequillo es espectacular, mientras que hacia el norte abarcamos las cumbres hasta el horizonte marino; desviando la vista al fondo del barranco vemos una edificación que fue antigua escuela. Aquí los caminantes con vértigo deben extremar la precaución.
Es probable que en este lugar podamos observar el elegante vuelo del aguililla (Buteo buteo insularum), una muestra más de los valores naturales de este espacio.
Tras pasar la montaña, comenzamos el descenso en dirección este, entre formaciones rupícolas, donde encontramos especies como el endemismo grancanario bejeque rosado (Aeonium percarneum). En este descenso encontraremos otros ejemplos de cuevas-alpendre.
Tras algo más de 2000 metros de camino hacia el Este, llegamos a una carretera asfaltada, en una zona agrícola, en el punto: P7 Cuevas Negras. Atravesamos este espacio donde el hábitat troglodita es común, y da nombre al entorno, para tras cruzar el núcleo de casas encaminarnos a Cuevas Blancas.
Bajamos por la carretera principal al tiempo que observamos la belleza del barranco de Cuevas Blancas, mientras nos acercamos al final de la ruta en el espectacular Palmeral de San Roque, uno de los mejor conservados de Gran Canaria y de más pureza genética. Junto a la palmera canaria (Phoenix canariensis), observamos la presencia de una comunidad de acebuches (Olea europaea cerasiformis) en las cotas más bajas del ambiente termófilo.
El descenso lo realizamos por el margen izquierdo de un barranquillo hasta que la carretera asfaltada conecta con la carretera principal que nos lleva en dirección Este, tras recorrer más de 1600 m desde el P7, hasta el barrio de San Roque, punto: P8 Fin San Roque .
Artículos similares* |
---|
Oversigt hoved byerne |
---|
Patalavaca* |
---|

Descripción general de la distribución de entradas desde Canariainfo

Salobre, tapas y baile tradicional

Fataga y Soria, experimenta los contrastes de Gran Canaria

Visita la única plantación de café de Europa en San Pedro, Gran Canaria

Pesca deportiva alrededor de Gran Canaria con "New Felusi"
- 1